Don Jacobo Morett Esteves

13 de febrero de 2012

Un caso similar al del Comentarista, Conductor, Musicólogo, Gastrónomo, Chef y gran amigo Roberto Ayala es el que experimenté con otro grande en cualquiera de las áreas de tipo cultural, en la Música ó en la Historia, me refiero a don Jacobo Morett quien en su voz autorizada comentando hechos históricos y dando verdadera cátedra a través de sus programas de radio y de sus escritos en diferentes periódicos, ha difundido incansablemente temas de interés cultural tan desconocidos e ignorados en éstos tiempos tan tristemente degradados.

De lunes a Viernes, a las cuatro de la tarde, a través de una radiodifusora que le quedaba chica, escuchaba en casa ó en el auto, solo ó en familia, su magnífico programa Charla Amena. En ese programa, sin agenda previa, don Jacobo Morett abría y dependiendo de las efemérides que correspondieran a esa fecha, iniciaba su charla que además de improvisada y amena era una auténtica oportunidad de ampliar los conocimientos de tipo cultura general que uno pudiera tener.

Los sábados, su programa pasaba con el nombre de A mi Manera, ese día se centraba más en comentarios sobre la música popular que el mismo llevaba en exclusivas grabaciones a la radiodifusora, enfocado en la música clasificada como música americana.

Los Domingos era una oportunidad para cultivarse en el área de la Ópera, con su espléndido programa Joyas Líricas que permitía abundar los personales conocimientos de su nutrido público radioescucha en esa clasificación musical y que desgraciadamente en México se ha perdido tan rápido y tan notablemente.

Pues yo escuchaba con mucho gusto y enorme interés el mayor número de programas de don Jacobo y sin embargo, debido a su forma de ser tan discreta y sencilla en su transitar por la vida, no lo conocía ni en fotografía.

En una ocasión, mi gran amigo Arnaldo Martínez Osegueda me jugo una buena broma. Resulta que fuimos al teatro acompañados de nuestras esposas y estando en el vestíbulo esperando que nos dieran acceso a la sala, me dijo: Mira Gabriel, ese señor de abrigo gris que está al lado de la señora de azul es Jacobo Morett.

A mi me dio mucho gusto y me apresté a abordarlo acercándome y diciéndole: ¡Hola señor Morett que gusto conocerlo!!, el aludido volteó a verme y me dijo: Perdone usted estimado caballero, seguramente usted me ha confundido, yo no soy Jacobo Morett pero se de quien me habla porque yo soy uno de sus radioescuchas. Cuando volví a integrarme a mi grupo, estaban los tres muriéndose de la risa.

Un día de tantos me decidí, tomé un ejemplar de El Flaco de Oro, biografía de Agustín Lara que escribí en 1993 a invitación de Editorial Planeta, me dirigí a la estación de Radio de donde justamente a esa hora transmitía su programa don Jacobo.

Cuando llegué y con decisión le dije al Policía de la entrada quien intentó detenerme: Perdone mi estimado poli, pero el señor Morett está esperando con urgencia este libro porque está a punto de entrar al aire. y el policía sin réplica alguna me permitió pasar.

Subí al piso donde su ubicaban las cabinas de transmisión, llegué al área donde las guapas asistentes tienen contacto visual con los ocupantes de las cuatro cabinas de la radiodifusora y antes de que me bloqueara el paso la chica que intentó abordarme, de plano abrí la puerta de la única cabina que estaba ocupada y me dirigí a un señor a quien con cierta discreción pregunté: Perdone, es usted el señor Morett?.....contestándome afirmativamente. Entonces rápidamente le dije: Don Jacobo, perdone la intromisión pero deseaba conocerlo y obsequiarle ésta biografía de Agustín Lara que tuve oportunidad de escribir, me gustaría tener su opinión, aquí le dejo mi tarjeta y con permiso de usted.

Me agradeció un poco sorprendido por mi inesperada y rápida visita, además estaba ya a tres minutos de iniciar su programa, así es que me retire y llegando a mi auto sintonicé su rubrica.

Después de su acostumbrado saludo, dijo: Hace unos minutos, antes de iniciar este programa me obsequiaron un libro con el nombre de “El Flaco de Oro” se trata de la biografía de Agustín Lara. Desde luego que no he podido mas que darle una hojeadita pero eso me ha bastado para darme cuenta de que es una biografía muy completa, muy nutrida de información y respaldada con una gran cantidad de fotografías en torno al célebre personaje. Lo voy a leer con gusto y gracias al autor que se molestó en entregármelo en propia mano.

A los pocos días, el señor Morett se molestó en llamarme, me invitó un café, me dijo cosas buenas sobre mi trabajo como debutante de escritor y desde entonces es uno de mis amigos que mas estimo, gracias Jacobo.

Por cosas inexplicables que suceden, el dueño ó el programador de la radiodifusora dispuso equivocadamente cambiar el horario de su programa Charla Amena que desde hacía tanto tiempo pasaba a las cuatro de la tarde y sin tomar en cuenta al enorme público seguidor de un hombre inteligente y culto que no hacía mas que emitir sus amplísimos conocimientos en muy diferentes áreas, lo mandaron a las diez de la noche.

Yo nunca entendí el porque del tal cambio pero menos entendí que en su lugar pusieran el “Programa” de nombre “Loco Mundo Internacional” el mas fatuo, mas indigno que pudiera uno imaginar. Se trataba de una verdadera basura a cargo del joven Esteban Arce quién anteriormente hacía un programa educativo por excelencia en la tv, de nombre: “El Calabozo” en el que alternaba con el emérito paladín de la educación en México, el famosísimo y ejemplar “Burro” van Rankin.

El habitual público de Jacobo Morett no tardó en enviar notas de protesta solicitando en todos los tonos que reinstalaran su Charla Amena en su horario de costumbre.

Algunos de esos mensajes llegaron directamente a la mesa del señor Morett quien cometió el “imperdonable error” de leerlos al aire suficiente razón para que el alto mando de la estación decidiera cancelar sus tres programas: Charla Amena de Lunes a Viernes; A mi Manera los Sábados y Joyas Líricas los Domingos.

Esto que ha sucedido se llama “categoría, inteligencia y cariño y apego a la superación”. Así si se puede contribuir al engrandecimiento de nuestro país que nunca va a dejar de ser un pueblo ajeno a la mas elemental intención de cultivarnos.

Como tendrán la conciencia las tan importantes personalidades que destacan y que logran colarse en ciertos medios gubernamentales? Me refiero como ejemplo a: María Rojo que siendo artista y Delegada en Coyoacán lejos de apoyar al ejemplar grupo “La Peña Golondrina” que regalaba buen gusto y cultura en torno a la buena música y que actuaba domingo a domingo gratuitamente, no solamente no los apoyó sino que prácticamente los corrió refugiándose tan valioso grupo en el Teatro al Aire Libre “Alfonso Esparza Oteo” de la Colonia Nápoles en donde cada seis meses hay que rogar, convencer y negociar con el Delegado en turno en beneficio de sus quinientos habituales asistentes

En esos conciertos dominicales casi siempre se cuenta con la brillante participación de don Jacobo Morett quien hace interesantes comentarios como introducción a los números musicales programados para ese día.

La señora Sari Bermúdez, que fungió como mandamás de Conaculta pero que, como se la pasó viajando constantemente al extranjero con cargo a las arcas nacionales, no tuvo tiempo ni interés para escuchar y aprovechar los valores culturales que abundan en nuestro país.

Los dueños de las radiodifusoras que no tienen la mas mínima intención de difundir cuando menos por un par de horas programas que valgan la pena, que sean educativos, para que nuestros niños escuchen algo que no sean albures, doble sentido y las ofensivas palabrotas que son el pan nuestro de cada día y en cuanto a la música, lo mas normal es encender el radiorreceptor y escuchar en casi todos los puntos del cuadrante solo basura musical; y por lo que respecta a los programadores, ahí parece ser que ya no hay nada que se pueda hacer, pues la mayoría de ellos practican otro tipo de intereses.

Fotografía del autor.




4 comentarios :

Barbie B dijo...

Excelente como siempre !!!

Checoblog dijo...

Gracias. La radio es así, lástima que sea un poco ingrata.

:(

Dunkix dijo...

La radio es ingrata, los radioescuchas no. Siempre recordaremos a Don Jacobo.

Checoblog dijo...

Dicen que los mexicanos no tenemos memoria, pero aquí, tenemos memoria radiofónica.

:)