- Ya vamos a cerrar, no te va a dar tiempo -
A lo que ella contestaba:
- Sólo voy a echar una ojeada -
Y el encargado accedía una y otra vez, pero la niña nunca bajaba.
El encargado cansado de aquella broma, revisó los datos de la estudiante en la computadora y al día siguiente como de costumbre la niña volvió a preguntar:
- ¿Me deja subir un momento? -
- Sí pero espera un poco, ¿Te puedo preguntar algo? -
- Sí, dime -
- María, ¿Es verdad que tus padres tuvieron un accidente? -
- Sí -
- Y ¿es verdad que murieron? -
- Sí -
- Y ¿tú ibas con ellos en el coche? -
- Sí -
- Entonces, María... ¿Tú estas muerta? -
- SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII -.
2 comentarios :
Je je je Aguas Checo! ya vez que andas en la Biblioteca...!
Huy hasta me dieron ñañaras!
je je je je soy cobardón lo admito!
Radiovoro:
¡Eso mismo pensé cuando lei el cuento! Sabes que en la Biblioteca donde han tenido a bien soportarme la sala de lectura está arriba y las escaleras me quedan a un lado.
(Ahora que nadie nos lee te diré que en ocasiones se oyen pasos en el piso superior y a una compañera le tiraban los libros de un estante... ñaca... ñaca....)
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