Dialéctica Macuarra - Transmitiendo desde Sochi

8 de febrero de 2014



Llegar a Taxqueña estuvo en corto, es toda la Línea 2 del Metro, pasando las sexo servidoras y los hoteles de paso de Tlalpan y ya. De ahí la bronca era irse en Tren Ligero o en pesero, porque uno es más rápido pero bien incómodo porque se atasca bien machín, mientras que el otro está más leve pero tiene que atravesar Villa Coapa, con todo el tráfico y la alta posibilidad de que te asalte un ñero con tenis pirata que eso implica.

Pues chinguesumadre, agarré el Tren Ligero, bien padre, bien ecológico y me enfilé derecho, aprovechando que agarré lugar junto a la ventana y con la esperanza de que no fuera a chocar con algún baboso que no respeta las vueltas a la izquierda. Pasé por el Estadio Azteca y desde ahí ya se respiraba el ambiente de competición, el espíritu olímpico y las ganas de superación de la justa deportiva.

15 minutos después, cuando al fin llegué a la estación Francisco Goitia, todo se derrumbó, pues en lugar de ver gradas llenas de gente viendo güeyes esquiar cuesta arriba y otros aventándose unas piruetas bien chidas en el medio tubo, había unas ñoras vendiendo gorditas, un montón de niños de pinta jugando King of fighters en la farmacia y unos perros reproduciéndose en la calle.

¡Ah chingá!, exclamé sorprendido por el paraje tan desolador. ¿Pusqué no estoy en Sochi?, me pregunté escandalizado a falta de Juegos Olímpicos Invernales.

Pero no, resulta que era Xochi.

Yo pensé que ahí también ponían hielo como en el Zócalo.

¡Chá!



Mario Manterola

Columna que se pública en el periódico Basta!


2 comentarios :

Dunkix dijo...

Es que no compró el paquete de "Viajes Ponchito". Así sí huibiera visto todas las competencias.

Checoblog dijo...

Igual me pasó cuando fui a Los Angeles, Puebla.

No encontré el Chinese Theater.