Diario de una extranjera - El volumen es muy alto e insoportable

26 de mayo de 2013



Nunca tengo la expectativa de que en otros países las cosas funcionen igual que en Chile, porque no siento que el lugar donde nací sea mejor ni peor, sólo es mi lugar. Sin embargo, abordar el Metro del DF me sorprendió.

Funcionarios de Policía ubicados estratégicamente en las estaciones para evitar situaciones complicadas es algo que no había visto antes, pero me sorprendió escuchar cómo algunos de ellos instaban a la gente a acceder a los carros y acomodarse rápidamente en ellos, con poca delicadeza.

Y una vez dentro de los vagones, un mundo totalmente desconocido para mí: ambulantes por todas partes; incluso en oportunidades “tropecé” con más de uno en un carro, ambos gritando su mercancía ¡Al mismo tiempo!, algo que me pareció curioso y hasta divertido; sensación muy diferente a la que experimenté cuando me enfrenté a un señor vendiendo discos con una especie de mochila acústica en su espalda que utilizaba para reproducir el disco que llevaba para vender. Me desplacé hacia el lado contrario del vendedor porque el volumen era tan alto que se me hizo insoportable.

Tanto que incluso tuve el impulso de abordarlo para pedirle que lo bajara; sentí que era una falta de respeto y quise hacérselo ver, pero en mi condición de foránea me pareció un tanto desubicado, así que me abstuve y seguí mi trayecto como si nada hubiera pasado. Pero me quedé pensando en la calidad de vida de la gente que usa cotidianamente este servicio ¿Hay irregularidades o escasez de carros?, ¿a alguien le preocupa?, ¿por qué la gente no reclama?.


CAROLINA CEBALLOS

Periodista chilena, editora de información de Publimetro Chile.


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