Para vagos... Yo - Alebrestancia

3 de diciembre de 2012



Desde que me subí al Metro en la estación General Anaya supe que algo estaba mal. No era como otros sábados, había demasiada tensión en el ambiente, incluso se veía en el andar pausado de los autos circulando sobre Tlalpan, como esperando, como no queriendo llegar, como desacelerando incluso sin haber demasiada carga en el ambiente.

Los vi entrar, planear, alistarse y bajarse en Pino Suárez, con sus pañoletas al cuello listas para usarlas como máscaras antigas cuando esas piedras que guardaban en los bolsillos de su ropa comenzaran a volar por los aires sin haber primero ubicado a algún objetivo. Vi a un par entrar con un garrafón de gasolina, que seguramente no usarían para echar a andar un coche, a juzgar por los palos que ocultaban entre sus cosas, además de otros objetos susceptibles de convertirse en proyectiles, escondidos en sus mochilas.

No los veas a los ojos, me dije, pero fue imposible no adivinar sus intenciones con su simple presencia. Me arrepentí de haber salido, de estar afuera, de ser parte de lo que pasó, de no haberlo evitado, aunque no pudiera. Los vi transbordar llenos de ira.

Afortunadamente lo demás sólo lo vi por televisión.


Por  PERRO CALLEJERO


Como se publicó en el diario Basta!
(Columna cotidiana que recomiendo)


1 de Diciembre de 2012 - Cambio de poderes entre Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto



2 comentarios :

Anónimo dijo...

Por que ya no estas publicado en
Diario Basta
¿?

Checoblog dijo...

Tambien he notado su ausencia.

Tal vez le pasó como al personaje de una canción de Cafe Tacuba, se quedó a vivir en el metro por que no encontró la salida.