El Closet Embrujado

8 de agosto de 2012



Una anécdota de la niñez

En la época en que se transmitía la serie animada de los Jackson Five por Canal 5 y Michael Jakson era negro, sucedió esta historia.

Mis tíos vivían al norte de la ciudad y tenían una casa muy grande, o al menos así la veía a los 6 años.

El closet de la recamara de mis primas era casi tan grande como el baño de mi casa, con puerta de madera y mi tío colocó un foco con el apagador por fuera.

Me hubiera gustado tener un ropero parecido si no fuera por que...

(comienza música de suspenso) estaba embrujado.

Mis primas aseguraban que en las noches entraban y salían sombras y figuras de ahí. Lo platicaban con cierto nerviosismo, por supuesto, sus papás lo minimizaban.

Un domingo que fuimos a visitarlos, llegó otro primo, mayor que yo, y junto con las primas, platicábamos en el patio sobre los fantasmas del closet.

Mi primo, que siempre fue muy aventado, dijo que a él no le daba miedo y que sería capaz de meterse con la luz apagada y que los demás eramos unos miedosos, le dije que a mi tampoco me daba miedo y mis primas, heridas un poco en su amor propio, aceptaron meterse, no de buena gana.

Fuimos hasta la recamara, entró el primo, luego yo, y cerca de la puerta una prima para salir corriendo (por si acaso).

La otra prima se quedó fuera, preguntó si estábamos listos, apagó la luz, y se metió.

Mi primo, comenzó a molestarme tocándome el hombro y diciendo:

- Uy, te toca el muerto... uy... -

No se escuchaba nada en el interior, solo nuestra respiración.

- ¿Oyeron? - preguntó burlón mi primo - Dice el Sergio que quiere salirse por que ya le dió miedo -

- Yo no dije nada - respondí

Comenzó a sentirse calor y mi primo solo hablaba tonterías.

De repente, la puerta se abrió de golpe, la luz entró como un relampago y una voz gritó:

- ¡¿Que hacen ahí? -

- Estamos jugando a los fantasmas - contestó mi prima

- ¡Que fantasmas! ¡Sálganse a jugar al patio! ¡No quiero que se vuelvan a meter! - dijo mi tía enojada

Desde ese día le pusieron llave al closet.

Los fantasmas no aparecieron


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